La Dictadura de la Naturaleza
Después de milenios de destrucción
la naturaleza por fin cobra venganza
creando su sociedad autoritaria
en la cual ningún ser vivo
tiene la libertad de ir en su contra.
Las tecnologías alguna vez creadas
por las ambiciones de los pensamientos
se escaparon al encuentro fútil
de planetas que ignoran sus existencias.
De ahora en adelante, los colores que se utilizan
son el verde, azul y café.
Los dioses aceptados son el árbol,
el agua, el viento y la lava;
la comida es propia de cada ecosistema
y de la cadena natural de supervivencia;
Las fronteras que algunas existieron artificialmente
serán eliminadas y solo quedarán aquellas naturales
donde las lenguas se transforman con las montañas, los océanos y los desiertos;
el comercio queda reducido al trueque
y todo tipo de creación de moneda será reducida a su valor más mínimo: la gratuidad.
Las paradojas humanas
serán reducidas a aquellas
que no atentan contra la existencia misma
y que decoran el baile folclórico de los colores.
Cualquier atentado plástico
Implicaría un crimen contra la naturaleza
y una pena máxima
sería el trabajo en la tierra hasta que nazca un bosque.