Abriendo los Ojos

 Desde que abrimos los ojos

las pantallas nos bombardean con informaciones

que deforma nuestra mirada; 

inocente ella, asesinada ella. 

Detrás de cada pantalla se encuentran unos seres: 

políticos, periodistas, opinólogos, politólogos, 

cuenta-chistes, sacerdotes, empresarios, ganaderos…

¿Qué es lo que tanto buscan estos seres que dicen amar a su patria?

Como lo dice la alegoría política, divide y reinaras: 

estos Olimpos, amantes de lo conservador y su ilusoria seguridad

desean mantener la existencia estática y anestesiada,

haciendo de su humildad, una fuente de manipulación. 

Por un lado, ellos buscan que idolatremos un circo: 

cruces elevadas con discursos populistas 

haciéndonos creer que la paz tiene colores de fe y esperanza

cuando son estos Olimpos los causantes de tanta desgracia

y aun así, en el nombre del Todopoderoso nos engañan;

 

 

 

El circo se convierte ahora en un balón folklórico, 

convirtiéndose en otra trampa más impuesta hasta por los cánones educativos. 

¿Qué paso con los niños muriendo de desnutrición?

¿Qué paso con la pobreza extrema del Choco, Guainia, Orinoco, Guajira, Putumayo…?

¿Qué paso con la corrupción de las derechas, los centros, las izquierdas, los verdes?

¿Qué paso con los 6 402 falsos positivos?

¿Qué paso con el Matarife y sus discípulos del mal?

¿Qué paso con el ñeñe y sus votos comprados? 

¿Qué paso con Odebrecht?

¿Qué paso con Hidroituanguo?

¿Qué paso con los migrantes de nuestros pueblos hermanos?

¿Qué paso con la desigualdad de los malditos estratos?

¿Qué paso con la mafia de los taxis?

¿Qué paso con el metro fantasma de Bogotá?

¿Qué paso con la educación pública?

¿Qué paso con el sistema de salud?

¿Qué paso con la televisión pública?

¿Qué paso con los estallidos sociales y el periodismo independiente?

¿Qué paso con el racismo, clasismo, machismo y los demás ismos?

¿Qué paso con el cartel de la toga?

¿Qué paso con el ESMAD y su legitimidad asesina?

¿Qué paso con las chuzadas de la vida privada?

¿Qué paso con la eterna influencia gringa?

¿Qué paso con el escándalo de las marionetas?

¿Qué paso con la verdad de los más de sesenta años de guerra?

¿Qué paso con el narcotráfico? 

¿Qué paso con las guerrillas, los paramilitares, la delincuencia común?

¿Qué paso con el agua? 

¿Qué paso con los bosques?

¿Qué paso con los nevados?

¿Qué paso con el Amazonas?

¿Qué paso con las masacres de nuestros pueblos autóctonos?

¿Qué paso con el olvido de nuestra herencia africana?

¿Qué paso con la tanta violencia que ese balón ha provocado en nuestras juventudes?

Qué paso con… Qué paso con… Qué paso con…

Sí, un balón, un simple balón, es capaz de ocultar la realidad y sus verdades. 

¡Suficiente! ¿Pasamos entonces a otro circo? 

Sí, al de los patriotismos desbordados,

esa enfermedad que reina 

en los olimpos ciegos de esta maldad: 

el pasado nos ha enseñado 

quienes son los que nos la han transmitido.

Y en el presente, estos déspotas son capaces de matar hasta a la misma libertad.  

Pasa aquí y pasa allá, 

la Tierra de Colon no es más que otro ejemplo más, 

donde la tergiversación de la verdad

es una manipulación olímpica; 

¿Y si excavamos en nuestra memoria, qué recordaríamos? 

Se recuerda

cuando las primeras civilizaciones

migraron sin fronteras, ni naciones; 

 

Se recuerda

cuando los de la península ibérica

colonizaron estas tierras; 

 

Se recuerda

cuando la iglesia

ayudo a perpetuar la barbarie de la colonización;

 

Se recuerda

cuando durante las interminables guerras

las víctimas se desplazaron en búsqueda de alguna paz;

 

Se recuerda

cuando por miedo a la diversidad

las dictaduras nacieron para homogeneizarnos; 

 

Se recuerda

cuando la misma iglesia católica, apostólica y romana nos convenció

que las orientaciones sexuales son un pecado; 

 

Se recuerda

cuando los liberales y conservadores

libraban carnicerías en tiempos de elecciones; 

 

Se recuerda

cuando los deportes y la cultura nos unen

en estos tiempos sangrientos; 

 

Se recuerda

cuando todavía hay humanos

que vibran por el silencio del presente;

 No estaría mal entonces recalcar la belleza

de la naturaleza que ha sobrevivido 

y olvidarla es negligir cualquier lógica humana; 

Podríamos destacar esa cultura mágica que ha dado la Tierra de Colon, 

a través de las acciones, de hombres y mujeres,

las cuales contribuyen al equilibrio entre el bien y el mal,  

Como lo fue o es: 

Manuelita Saenz

Policarpa Salavarrieta

Rafael Pombo

Petrona Martínez

García Márquez

Brigitte Baptiste 

Fernando Vallejo

Raúl Gómez Jattin 

Diana Uribe       

Rafael Escalona 

Toto la Momposina

Mariana Pajón 

Jackeline Rentería

María Isabel Urrutia

Rodolfo Llinás

Leicy Santos

Egan Bernal

Angela Camacho

Sonia Osorio

Jaime Garzón

el África colombiano

el Oriente Medio colombiano 

los aborígenes criollos 

las víctimas de la violencia policial

las víctimas del conflicto armado

las víctimas del desplazamiento forzado

las víctimas de las masacres y las ejecuciones extrajudiciales;

todos y todas aquellas que necesitan tener una voz

para reconciliar y reparar

y sobre todo,

jamás olvidar.  

Previous
Previous

Adiós al Fútbol

Next
Next

La Magia del Mundo